Hace pocos días se celebró uno de los eventos deportivos del año en Estados Unidos, la Super Bowl. Este acontecimiento es uno de los que más espectadores reúne en todo el mundo, y tanto agencias publicitarias como marcas realizan sus mayores esfuerzos para copar unos segundos que pueden resultar de oro en este evento.
La publicidad nos rodea y está presente en nuestras vidas desde siempre. Esta puede ser un arte, y a lo largo de los años hemos vivido obras de gran calidad en lo que a anuncios se refiere. Lo que también está claro es que la publicidad es un medio de educación social muy potente que puede crear una gran influencia en el espectador.
En un mundo en el que todo está inventado, los creativos publicitarios cada vez tienen que estrujarse más la cabeza para llegar al espectador. ¿Pero lo estamos haciendo de la manera correcta?
Una de las últimas tendencias que se han visto en publicidad, quizá debido a la crisis, es la de apelar a la emotividad. Estos anuncios mediante una historia, intentan que los consumidores se reflejen en la situación del protagonista y se emocionen.
No son pocas las marcas que actualmente se han subido al carro del sentimentalismo; McDonalds, Coca-Cola, Ikea, Estrella Damm…la lista es interminable, nos ofrecen continuamente spots que nos evocan emociones placenteras, paisajes idílicos y fantasías.
Quizá la otra cara de la moneda es la de la publicidad sexista, aquella que representa a las mujeres utilizando directamente su cuerpo como un objeto, que no tiene relación con el producto, o utilizar su imagen para asociarla a comportamientos asignados tradicionalmente a la mujer de forma discriminatoria. Desde Axe, Dolce&Gabbana o Qé!Crack hay múltiples ejemplos de este tipo de publicidad.
Utilizando la Super Bowl de este año como ejemplo expondremos dos de los anuncios que más visitas han obtenido y que reflejan los dos extremos.
Por un lado tenemos a la firma Unilever, con el producto Dove Men+Care. Esta marca de productos siempre se ha caracterizado por apelar a la emotividad y a la belleza verdadera.
En este anuncio podemos ver como Dove quiere redefinir el concepto de fuerza masculina y relacionarlo con la familia.
En este otro, en cambio, de la marca de hamburguesas Carl’s JR aparece la modelo Charlotte McKinney paseando por la calle bajo la atenta mirada de varios transeúntes, insinuando a través de objetos que va desnuda, para después descubrir que va en bikini mientras dice la frase “Me encanta ir al natural (…) Me hace sentir mejor”. Una parte de la audiencia se ha sentido ofendida por considerar el anuncio sexista. Desde Carl’s JR se defienden de las acusaciones alegando que el anuncio va dirigido a su principal público “hombres de 18 a 34 años”, pero la realidad es que la mitad de la audiencia de la Super Bowl son mujeres.
https://youtu.be/4WTA_8waxTo
En un mundo que parece cada vez más duro y frío, ¿realmente necesitamos tanto que nos recuerden nuestros sentimientos? ¿En pleno siglo XXI es lícito que todavía existan anuncios que se refieran a la mujer como un símbolo sexual? La respuesta solo nos la dará el tiempo, pero esperamos con ansia que algún día podamos llegar al equilibrio publicitario emocional perfecto.